El sábado participé en la Caminata Internacional de Barcelona de 30 Km, y el domingo en la de 20 Km. En ambos casos hice el primer tercio del recorrido con amigos y sin ninguna prisa. En el resto del recorrido, ya con el cuerpo caliente y pidiendo marcha, me programé en el mp3 un bucle de mi canción favorita para camino fácil (Appaloosa, de Gino Vanelli), y ¡hala! caminando-cantando-bailando hasta el final a 102 pasos por minuto, gozando cada paso, como si la ciudad fuera una inmensa pista de baile!!! :)
Lo de «internacional» viene de que acuden caminantes de todo el mundo, muchos de ellos con banderitas de sus países colgadas de la mochila, lo que le da un bonito colorido a la caminata. Personalmente es la primera vez que participo en esta prueba y me había creado falsas expectativas en cuanto a la internacionalidad: Esperaba ver mucha teutona tetona, suecas y demás nórdicas de aquéllas que salían en las películas de Esteso y Pajares… En fin. En ese aspecto triunfaron las locales, todo hay que decirlo.
Ah, y me dieron una medalla (imitación de cobre como mínimo) por haber participado en las dos pruebas, que siempre hace ilu.
Así que para ser una prueba por recorrido mayormente asfaltoso no estuvo tan mal. Incluso se puede repetir el año que viene.