Para empezar comento que tenía la impresión de que esta caminata la haríamos unos cinco como mucho, pero no sé cómo ni por qué, las 15 plazas se llenaron en cuestión de dos días. Y afortunadamente se me ocurrió poner un límite, porque a juzgar por la insistencia de algunos que se quedaron fuera, había más demanda. ¿Seguramente por la posibilidad de caminar fresquito en pleno verano?
Sea como fuere, esas 15 almas salimos del ayuntamiento con un cierto retraso que compensaríamos de sobra, ya que el ritmo que le dimos a la marcha fué mucho más rápido del que tenía previsto.
No sé, creía que con la oscuridad relativa la gente iría despacito, pisando con más cautela que de día, admirando más el paisaje a la luz de la luna, meditando en sus cosas… pues no: Hicimos ritmo de caminata diurna normal y corriente.
La puesta de sol y salida de la luna llena (aún tímida) la vimos desde la subida de los penitentes:
A pesar de que por la mañana temía una mayor presencia de nubes, el día se despejó y no fué para tanto: Durante la noche tuvimos aproximadamente un 65% (?) de tiempo con la luna destapada. Mirando el lado bueno de las nubes, hay que destacar la alegría que nos daba cada vez que la luna asomaba entre ellas y nos regalaba su luz.
En varios puntos del camino nos paramos a contemplar e (intentar) identificar los astros, ayudados por algunos participantes que sabían del tema, y otros que tenían sus «apps» en esos móviles tan modernos que hay hoy día.
Además de para comer, el grupo aprovechó la pausa de Begues para tomar algo caliente en un bar, ya que el tiempo estaba fresquito por ahí arriba. Al volver al camino nos pusimos las prendas de abrigo, aunque a medida que volvíamos a caminar nos las íbamos quitando de nuevo.
En Palau Novella acampamos a comer algo y descansar mirando hacia Sitges, ya que por allí había un hermoso espectáculo de rayos y truenos, aunque por otra parte era hacia donde nos dirigiríamos más tarde y tuvimos un cierto temor (infundado) de que nos pillara la tormenta. Curiosamente nos encontramos con la estupa abierta, así que aprovechamos para darle una vuelta nocturna, experiencia que va a ser difícil de repetir.
Ya de camino a Sitges paramos un rato a visitar Jafre, aunque el único atractivo turístico que encontramos fueron las luces y el sonido de una fiesta al aire libre en medio de la montaña, aproximadamente en la Fassina.
Llegamos a la estación de Sitges hacia las 5:00 (1:45 antes de lo previsto) y, como nos tocó una larga espera hasta el próximo tren, aprovechamos para pasear un rato por el pueblo y entrar en contacto con el ambiente festivo que aún había a esas horas. Cosa curiosa: Parece que luego de la caminata íbamos destemplados, porque todos llevábamos manga larga, mientras que los transeúntes iban de manga corta y/o pecho descubierto.
Además del destemple, algún cuerpo ya caía dormido al pillar una silla, y se observaban muestras de, por decirlo suavemente, «reducción en la actividad mental». Yo mismo me olvidé de tomar la foto final, que quería comparar con la foto de la salida.
Como pretendía, la mayor parte del camino la hicimos sin usar luz artificial, un gustazo, excepto ocasionalmente y solo algun@s cuando las nubes tapaban totalmente la luna (y aún así había suficiente luz para ver el camino), para pisar con más seguridad, o para buscar cosas en la mochila.
En fin, una experiencia a repetir. :)
Si se te ocurre algo más deja tu comentario!
Estadísticas, según mi GPS:
- Total: 32,4 Km en 9:23 ; 3,45 Km/h incluyendo paradas (2:38)
- En movimiento: 6:45 ; 4,79 Km/h